La investigación propone un nuevo sistema de puntuación para ayudarnos a elegir las opciones más saludables de los productos disponibles. Lo ha explicado el CSIC en una nota de prensa, «Durante años, las grasas y aceites comestibles han estado en el punto de mira por su alto contenido calórico e incluso por su relación con las enfermedades cardiovasculares, no siempre de forma acertada y con suficiente evidencia científica. En consecuencia, algunos aceites como los refinados o los altos en ácidos grasos omega-6 han recibido una mala prensa, no siempre justificada».
El investigador principal del estudio, Javier Sánchez Perona contaba que a menudo los científicos, dietistas y nutricionistas recomendaban un aceite u otro como más saludable basándose en sus conocimientos en la materia, pero sin un respaldo concreto. «Con el score que proponemos en este estudio, esperamos dar precisamente ese respaldo, dado que los criterios que hemos empleado son los de las recomendaciones dietéticas y alegaciones en salud de las principales organizaciones internacionales», explicaba.
Se han evaluado 32 aceites comestibles en total de los que el primer puesto lo ha ocupado el aceite de oliva virgen, con una puntuación de cien y en el que destaca su alto contenido en ácido oleico, un 55-83 g/ del total, que se asocia con un riesgo reducido de enfermedad coronaria. Además de ser la única grasa que no contiene hidroxitirosol (uno de los polifenoles más efectivos como antioxidante, que ayuda a prevenir algunos tipos de enfermedades) en cantidad suficiente para sumar puntos en la clasificación. Y es que desde el CSIC recuerdan que «los aceites de oliva comunes y de orujo se someten a un proceso de refinado que elimina algunos de los componentes beneficiosos presentes en en el aceite de oliva virgen».
El segundo lugar es para el aceite de lino o de linaza, que es «uno de los únicos alimentos de origen vegetal en poseer niveles muy elevados de ácidos grasos poliinsaturados omega 3 -rondan el 50 a 60 %-«, explican desde el mismo medio. Por eso es muy buena alternativa para aquellos que no comen pescado, además de para vegetarianos y veganos. Es muy beneficioso para prevenir y tratar la diabetes, el cáncer, la osteoporosis y la artritis, y para trastornos autoinmunes y neurológicos, además de para combatir la obstrucción de las arterias que se produce por acumulación de grasas.
Y es que en este análisis del CSIC todos los aceites vegetales, excepto la margarina y el aceite de coco, que obtuvieron la puntuación más baja, 14 y 0 puntos respectivamente, se clasificaron por encima de 50. Por otra parte las grasas derivadas del salmón, la sardina y del arenque, recibieron puntuaciones por encima de 68 y las grasas animales (mantequilla, sebo y manteca de cerdo) quedaron también por debajo de cincuenta.