Aunque todavía asociamos los aceites faciales con la grasa y pensamos que si los usamos nuestra piel se va a volver grasienta, nada más lejos de la realidad. Y es que están de moda y precisamente una de sus cualidades es que se absorben con la misma rapidez que una crema y no solo no engrasan sino que pueden ayudarnos a regular algunos problemas de grasa en el cutis. Además es adecuado para casi todo tipo de pieles, incluso si tienes tendencia al acné.
Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD habla de ello en la revista Semana, «Los aceites faciales penetran en las capas superiores de la piel por ser afines a la barrera hidrolipídica y ayudan a retener la humedad y prevenir la deshidratación. Pero no solo por eso cada vez son más populares, también porque muchos de ellos contienen ácidos grasos esenciales y principios regeneradores y, además de nutrir, protegen la piel de los daños causados por los radicales libres y otros factores ambientales».
Para aplicarlo basta con verter tres o cuatro gotas en la palma de la mano, frotarlas y aplicarlo sobre el rostro y después aplicar nuestra hidratante habitual. También podemos mezclar ambas cosas, aceite y crema consiguiendo así un efecto hidratante mayor.
Otros usos menos conocidos del aceite facial
Pero además de potenciar los efectos de la crema hidratante, el aceite facial tiene otros usos como potenciar la acción de las mascarillas faciales, para ello tan solo tenemos que aplicarnos unas gotas antes de ponernos nuestra mascarilla.
Si lo mezclamos con nuestra base de maquillaje conseguiremos que nuestro maquillaje dure más y no se cuartee. Lo explica en el mismo medio David Deibis, maquillador oficial de Perricone MD: «El aceite facial aporta ese acabado ‘glow’ y jugoso que da aspecto de piel saludable y la propia luminosidad reduce la impresión de las posibles imperfecciones. En el caso de que suelas aplicar una base muy pesada, puedes agregarle un par de gotas de aceite para hacerla más ligera. El resultado será increíble».
También puede ser útil para hacer una limpieza facial profunda, ya que es muy eficaz para «desmaquillar las impurezas grasas como el maquillaje, el exceso de sebo, el filtro solar…», después bastará con aclarar y aplicar nuestro gel limpiador para terminar de limpiar bien el rostro.
Y más usos de este cosmético que quizás no conoces, puedes utilizarlo como iluminador combinándolo con tu bronzer o colorete, «Este truco es infalible para captar toda la atención en zonas como los pómulos o el arco de cupido», aconseja Deibis. Además de servirte para tu cabello y uñas, en el primer caso para acabar con el encrespamiento debemos aplicar unas gotas de medios a puntas y tu cabello quedará mucho más hidratado. Para cuidar tus uñas y cutículas bastará con aplicar un par de gotas sobre ellas para que estén más hidratadas y no se formen padrastros.
