Abril Zamora, la profesora preferida de ‘OT 2023’, desvela su dramática infancia
La ausencia de su padre y su posterior muerte fueron los detonantes de una época difícil
Esta profesora de interpretación se ha unido en esta temporada a los habituales Noemí Galera, Manu Guix o Mamen Márquez. Y la guionista de series como ‘Élite’ ha entrado por la puerta grande, siendo muy querida por los concursantes en la Academia y los seguidores del talent show.
Para conocerla mejor, ha dado una entrevista en el pódcast ‘Lo que tú digas’, donde una de las confesiones más duras fue la ausencia de su padre en su infancia: «Mi padre de baja calidad le perdimos la pista cuando éramos bastante pequeños y luego reaparecía con nuestras gotas en nuestra vida de manera muy desastrosa».
Años después, cuando tenía 22, volvió a ponerse en contacto con ella: «Me llamó y me dijo ‘¿sabes quién soy?’ con una voz muy chunga y cascada porque era alcohólico. Hablamos un momento pero eso me puso en un lugar de hipermadurez. Le dije que me alegraba de que me llamara y que no le guardaba ningún rencor y que esperaba que fuera feliz pero que ya no tenía cabida en mi vida. Todo eso me nació como si naciera en mi una persona y estuviera pilotando los mandos. Me sentí muy tranquila».
La muerte del padre de Abril Zamora: «Me sentí infantil, huérfana, pequeña»
Recientemente, el padre de Abril Zamora falleció: «Fue cuando ya había hecho la transición socialmente como mujer y como salgo en la tele y tal él lo sabía. Yo no fui a verlo cuando murió porque no me nacía, no procedía. Pero él, que siempre criticó mi feminidad, sé que dijo algo así que le parecía muy guapa. Y para mí eso significó cerrar muchos capítulos. Fue bonito para mí»
«Lo pasé francamente mal aun no teniendo relación con él. Siempre estaba mentalizada de que me llamarían para decirme que había fallecido porque llevaba muy mala vida. Y no sabía que iba a ser tan doloroso para mí. Siempre cumplo mis plazos de trabajo, no me gusta retrasarme y en ese momento estaba escribiendo ‘Élite’ y fue la única vez que llamé a Carlos Montero y Darío Madrona para decirles que había muerto mi padre y que no podía hacerlo hasta el día siguiente», confesó la actriz y profesora.
«Me sentí infantil, huérfana, pequeña. No estaba preparada psicológicamente para sobrellevar su muerte y sentir que no iba a estar más».
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