Hemos hablado muchas veces sobre la importancia de bajar los niveles de estrés en una sociedad como la nuestra en la que si algo nos falta es tiempo, sobre todo de calidad. Hacer deporte, escuchar música, meditar o respirar son algunas maneras de reducirlo, pero hoy nos referimos a algo que tiene mucho que ver en ello: abrazarnos.
Una de las grandes defensoras de esta idea es la psiquiatra Marian Rojas Estapé, que habla en uno de sus post precisamente del poder del cariño y el contacto físico, lo que ella llama «la revolución de los abrazos».
La psiquiatra se refiere al neuroeconomista Paul J. Zak y a su libro «La hormona de la felicidad» , según este experto el número adecuado de abrazis son ocho abrazos sentidos, de veinte segundos. Con ello conseguiremos una producción extraordinaria de oxitocina en nosotros y en la persona a la que abrazamos. Bienestar, paz interior, serenidad y equilibrio son algunos de los efectos generados por esa liberación de oxitocina.
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Y es que, «la oxitocina es una hormona muy potente que actúa en el centro emocional del cerebro, fomenta sentimientos de alegría y reduce el estrés y la ansiedad…Cuando sus niveles están altos en sangre vemos a los demás y al entorno con una mirada más afectiva»explica Rojas.
Pero habla además de algo sobre lo que también influyen mucho los abrazos: el cortisol, la hormona de los estados vigilantes y de la agresividad. Cuenta la experta que tras un pico de cortisol, el organismo tarda seis horas en volver a niveles normales. Y aquí la oxitocina, que produce nuestro cuerpo con los abrazos (de más de ocho segundos, especifica la psiquiatra), entre otras cosas, es muy importante, ya que compensa la acción del cortisol, consiguiendo reducirlo en mucho menos tiempo. Escuchar de manera activa y consciente o mirar a una persona a los ojos cuando nos comunicamos con ella, también hace que nuestro cuerpo libere oxitocina.
Algo que además corrobora la Asociación Americana de Psiquiatría , está demostrado que el acto de abrazar reduce la segregación de cortisol, algo muy importante si tenemos en cuenta que «un nivel de cortisol alto de manera sostenida produce inflamación crónica, antesala de importantes enfermedades».
Además los abrazos nos aportan algunos otros beneficios, «nos hacen ser menos propensos a contraer infecciones por una estimulación en la producción de anticuerpos, funcionan como analgésico natural y equilibran el sistema cardiovascular», explican desde el mismo medio. Así que no lo dudes, abraza a las personas que quieres y mucho, tu organismo te lo va a agradecer.
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