Estás en la playa, después de tantos meses esperando que llegase ese momento, al fin te encuentras tocando la arena con los pies, disfrutando de la suave brisa y observando el mar ante ti. Pero, con la llegada de esta ola de calor que nos invade, las altas temperaturas pronto empiezan a apretar y es entonces cuando te entra la sed y te acuerdas de tus bebidas.
Es ese instante en el que lo único que te apetece es tomarte un buen trago de ese agua o refresco tan fresquito que calmará el sofoco. Hasta que te das cuenta de que te has traído todo lo indispensable para pasar un día en la playa menos lo más necesario… la nevera. «¡Sabía que se me había olvidad algo!», te dices a ti mismo cuando te percatas de tu error.
Pero, sentimos decirte que ya es tarde. Estás fuera de casa y te enfrentas a la humedad y las altas temperaturas sin bebida fresca. Se te haya olvidado o no, no importa; porque tenemos unos trucos muy sencillos que pueden salvarte un apuro.
Estas son solo algunas ideas sencillas a las que recurrir en caso de una urgencia. Pero no hay que olvidar que el paso más esencial para evitar que las bebidas se calienten es, por supuesto, alejarlas lo máximo posible del sol y situarlas en la sombra o lugares donde estén expuestos a los rayos.
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