¿Tienes alguna entrevista de trabajo a la vista? Dedicar tiempo a prepararlas y a cuidar las posibles respuestas pueden abrirte más las puertas para conseguir ese empleo que tanto deseas. Hace unos días hablábamos de algunas técnicas y preguntas locas que los reclutadores hacen a los entrevistados. Ahora hemos rescatado otras cuestiones trampa que los candidatos tienen que sortear si quieren conseguir el puesto de trabajo.
La experta en Workplace, Lyyn Taylor brinda las claves para responder a esas cuestiones en un artículo publicado en el portal de Business Insiders.
Con este tipo de preguntas el reclutador lo que desea es escuchar es que el candidato se ha preparado para la prueba. A su vez, lo que se busca es conocerte un poco más y que en pocas frases puedan conocer un poco sobre ti, tus logros y tus motivaciones.
Así que, mantente alerta y trata de comunicar todos tus puntos fuertes. Intenta adapta tu respuesta al rol que desempeñarías en el puesto de empleo, pero sin excederte.
Con esta cuestión los expertos lo que quieren es saber cómo de activo están siendo en tu búsqueda de empleo. Decirles que solo has postulado para su oferta podrían entender que no estás siendo del todo honesto. Así que, mejor ser sincero y afirmar que estás postulando para otras ofertas y hablar siempre favorablemente sobre todas ellas.
El entrevistador pretende encontrar señales decisivas sobre tu rol trabajando en equipo o tu responsabilidad para cumplir con los plazos… Los expertos recomiendan hablar de fortalezas prácticas, no solo sobre tus roles en el puesto, sino sobre ti demostrándoles que tienes capacidad para hacer auto crítica y reflexionar sobre ti mismo.
En lo que respecta a las debilidades exponlas siempre desde un lado positivo. Por ejemplo, puedes decir tu nivel de exigencia ha disminuido ya que has puesto medidas de autogestión para ello.
En este punto hay que tener especial cuidado con no excederse. Háblales de tus objetivos y logros profesionales y además explícales algunas características personales como la iniciativa, las ganas de aprender, el compromiso, la capacidad para adaptarte a los cambios…
Con este tipo de preguntas trampa se busca saber qué es lo que conoces de la compañía. A veces, es una prueba de fuego porque quieren saber hasta qué punto quieres o no conseguir el empleo. El interés que proyectes a la hora de las enumeras las razones determinará tu iniciativa y si verdaderamente quieres formar parte de la nueva visión de la compañía.
A priori esta pregunta por pretenciosa que te pueda parecer, la realidad es que brinda mucha información al reclutador. No se trata de algo explícito que tenga que ver con un logro empresarial, más bien de algo que hayas vivido en este que haga que te enorgullezcas.
En este punto quieren averiguar tu capacidad para elaborar un discurso a la hora de presentarte.
Este tipo de preguntas trampa en muchas ocasiones se relaciona con la idea de abandonar el barco y montar tu propio negocio. Así que, si es tu idea no muestres demasiado entusiasmo en dejar ver que no deseas tener jefes.
Está bien decir la verdad y explicar que alguna vez lo has considerado o experimentado y que no es para ti.
Taylor avisar de que los reclutadores buscan saber tu grado de compromiso con la compañía frente a otras para las que estés postulando. Por lo que mantener esta compañía en el primer lugar de la lista es una de las mejores opciones.
Hay mil formas de decirlo, pero el experto recomienda recurrir a unas muletillas con las que no sonarás demasiado pedante. “He estado investigando a fondo las empresas del sector, y [su compañía] parece ser la opción ideal para mis credenciales”, ha indicado.
Tus futuros jefes quieren saber con todo tipo de detalles si tienes algún problema de personalidad. Por lo que van a estudiar detenidamente cualquier respuesta. Al utilizar un tono negativo en la pregunta lo que se valora es tu habilidad para elaborar un discurso experimentado en la entrevista de trabajo.
En este caso, Taylor recomienda argumentar que “siempre has tenido buena sintonía con todos tus compañeros y compañeras” y que si alguna vez eso ha cambiado ha sido algo “temporal” al tener que implicar a tu cuerpo «a subir el listón”. Después, puedes matizar el discurso con las siguientes palabras: “A veces toca tomar decisiones que resultan poco agradables pero que son por el bien de la compañía”.
Este tipo de preguntas trampa son un tanto rebuscadas. Con esta concretamente pretenden averiguar tu capacidad para tomar decisiones y tu actitud para trabajar con los demás. Piensa en cosas que ayuden a mantener un entorno laboral productivo y no digas que nunca te has visto en una situación en desacuerdo con las políticas de la empresa. Piensa en algo puntual y exprésalo de forma sutil.
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