Efectivamente, ambas comienzan con la misma estrofa, que es la siguiente:
Fue en un pueblo con mar
Una noche después de un concierto
Tú reinabas detrás
De la barra del único bar que vimos abierto.
Cántame una canción al oído
Demasiado obvio para ser una coincidencia, ¿no te parece? Pues claro, porque no es ninguna coincidencia. Muchos podrían pensar que se trata de una versión, en este caso de Sabina al grupo de Enrique Urquijo y compañía, pues Los Secretos publicó el tema un año antes que el artista andaluz.
La historia va por otros derroteros. Corrían los inicios de la década de los 90 cuando Urquijo y Sabina, amigos y compañeros de la industria, coincidieron en un bar madrileño. En su conversación parece que Enrique le confesó a Joaquín que se encontraba preparando su nuevo álbum pero había perdido la inspiración para componer.
La historia que ha trascendido dice que en ese momento Sabina le mostró a este unas estrofas que había creado recientemente y Urquijo las copió en una servilleta. Cuando este último se marchó, aprovechó el viaje en taxi para terminar la letra de la canción.
Pero Sabina no tenía ni idea de lo que su compañero acababa de hacer, por lo que él utilizó esos versos para crear su propia canción, la que con el mismo inicio llevó por otro camino. Hablamos de Y nos dieron las diez, uno de los temas más destacados de su repertorio.
Cada uno había utilizado los mismos versos como arranque de dos historias completamente diferentes. Los Secretos terminaron llevando el ‘ojos de gata’ al título mientras que Sabina lo incluyó como parte de la letra: «Con una condición: que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata«.
Se dice que al descubrir la situación hubo algunas diferencias entre ambos. Con las discográficas metidas de por medio y sus posturas personales, se intentó acordar que Sabina no sacara el tema como sencillo de su disco, pues así lo harían Los Secretos con Ojos de gata.
MÁS SOBRE: