En su hilo de Twitter que en los últimos días se ha hecho viral, denuncia que «los políticos no lo ven porque no están conectados con la realidad. Que triste todo. Se creen que esto ya no pasa, y la triste realidad no es que no los vean, es que no los quieren ver. Invisibilizan un problema y así no existe.»
La usuaria confiesa que aunque «pasa vergüenza contado las miserias de su familia» es necesario hacerlo porque «si no decimos nada es como si nunca hubiese pasado»
Esto es lo que contaba en su cuenta personal de Twitter esta usuaria. Una historia sobre la que es necesaria reflexionar y actuar.
«Mi madre separada y trabajando tenía que ir a pedir comida a Cáritas porque no llegaba a fin de mes y no podía mantenernos. Lloraba porque el 6 de enero los vecinos tenían que regalarnos cosas porque ella no podía. Sí. La pobreza existe y es muy difícil salir de ella.
Nos llevamos 8 años mi hermano y yo. Él empezó a enterarse de todo mucho antes. Un día le hicimos un robot con cajas y maderas con el brazo extendido y conseguimos un cigarro para ponérselo en la mano con una nota que ponía: Para que te relajes y descanses. Gracias por todo mamá
Aún está llorando la mujer 30 años después por aquella noche del robot y la nota. Nunca vimos lo que pasó, ni mi hermano ni yo, al día siguiente había colegio. Deprime escuchar a los políticos que no desean hablar de pobreza y la invisibilizan
Mi hermano tenía 12 o 13 años y ya sabía reconocer la pobreza
Llegó noviembre y yo no tenía los libros de texto del cole. La profesora llamó a mi madre y la metió en el despacho. Ella salió muy triste de allí. Pero esa tarde fuimos a comprar los libros.
Años después me confesó que mi profesora me había pagado los libros y que ella le devolvió el dinero poco a poco como pudo. Le había dado clase a mi hermano y conocía nuestra familia muy bien. Ella sí veía la pobreza que los portavoces del gobierno en Madrid no ven.
Tardó en abandonarnos la miseria muchos años. Vivíamos con nuestra bisabuela porque mi madre no pudo comprar una nevera y dos camas. Nadie le financiaba nada porque siempre trabajaba en negro en la hostelería. Otros que sí veían la pobreza y se aprovechaban.
Nosotros en la 7 y mi madre sola en la 8. Así estuvimos mucho tiempo. Hasta que hubo que cuidar a la bisabuela. Cadera rota y en cama la mayor parte del tiempo. Mi hermano se fue de casa y mi madre y yo nos lo comimos todo con patatas.
Un ictus y dos personas dependientes. Ese era el panorama de mi madre. Una abuela y un menor a su cargo y una pensión por invalidez de risa. Y escuchas hablar a políticos como si esto no siguiese pasando hoy en día. Que ascos de verdad. Los problemas que no se ven no existen.
Que rabia y que impotencia da escuchar que «dónde estarán los 3 millones de pobres de Madrid». Ya me despido y gracias a los que hayáis llegado al final del hilo. Me he desahogado.»
Mi madre separada y trabajando tenía que ir a pedir comida a Cáritas porque no llegaba a fin de mes y no podía mantenernos. Lloraba porque el 6 de enero los vecinos tenían que regalarnos cosas porque ella no podía. Sí. La pobreza existe y es muy difícil salir de ella.
— Noa Gresiva (@NoaGresiva) March 17, 2022
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