Pero además hay algunos truquillos con los que la mantendrás limpia y casi sin limpiar. Si eres cuidadoso con determinados aspectos tú y tu casa y sobre todo tu descanso lo vais a notar.
La primera de estas rutinas tiene que ver con los zapatos, si con los zapatos, cómo lo oyes. No debes dejar que pasen de la puerta de tu casa, evitarás estar todo el día limpiando y sobre todo que tu suelo se ralle. Así que nada más entrar quítatelos y déjalos en un zapatero o en un banco de almacenaje.
Para evitar que la ropa se te acumule en montones, puedes probar con la regla de un toque, que consiste en dejar cada cosa que cojas en su sitio, si te quitas el abrigo cuélgalo nada más llegar, no lo dejes tirado pensando que luego lo recogerás. Esto puedes aplicarlo en la cocina también, ve recogiendo conforme vayas usando. Tu casa estará mucho más ordenada.
Y hablando de cocina, procura mantener la zona de los fuegos limpia siempre, límpiala cada vez que la utilices, no dejes que se acumule la suciedad. Sólo este gesto mantendrá la sensación de orden y limpieza en tu cocina.
Aplica esta regla en general para todo, cuando veas algo sucio, límpialo al momento. Tardarás un minuto si lo haces en el momento, pero si lo dejas, la suciedad se irá acumulando y perderás mucho más tiempo.
Hay gestos como aspirar a diario o tener siempre los paños de cocina limpios que harán que tu casa se vea mucho más limpia y te ayudará a que el polvo no se acumule en las superficies de tu casa.
Además procura tener las cosas de limpieza a mano, así limpiar no será nada engorroso. Ten a mano los productos de limpieza sobre todo para el baño y la cocina, que suelen ensuciarse más. Así si ves algo de suciedad podrás repasarla en un minuto.
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