Y es que casi siempre nos quejamos de que quedan sucios porque les pasamos una bayeta que no es la adecuada o porque nos quedan brillos. Este truco seguro que va a acabar con este problema. Te hablamos de utilizar alcohol de limpieza, ¿sabes qué es?.
Se conoce también cómo alcohol isopropílico y no es lo mismo que el alcohol 96 que se utiliza para desinfectar heridas. Debes tener en cuenta que el alcohol de limpieza es muy tóxico y altamente inflamable, sin embargo tiene muchos usos y muy útiles en el hogar.
Uno de ellos es precisamente el de limpiar cristales, un uso en el que además no necesita secado, si como lo oyes, no tendrás que pasar una bayeta. Es decir ahorras en tiempo y en material. La razón es que este alcohol se caracteriza por su rápida evaporación (por eso debes hacerlo con cierta agilidad), por lo que no deja residuos ni necesita aclararse posteriormente.
Pero este no es su único uso, otro de los más comunes es la limpieza de componentes y piezas informáticas, interruptores, redes telefónicas, impresoras (3D incluidas), objetivos de cámaras, baterías, mandos y cualquier objeto en el que no se pueda emplear agua. Bastará con que humedezcas en alcohol un disco de algodón y lo pases por la superficie que quieras limpiar.
También es muy útil para desinfectar suelos, ropa, muebles y los electrodomésticos. En el caso de los suelos de baldosa, en los de madera mejor no utilizarlo porque puede dañarlo, bastará con diluir el alcohol en agua y pasar la fregona.
Otro uso de mucha utilidad es acabar con las manchas de pintura en las ventanas, suelo, muebles o ropa e incluso quita las manchas de rotulador en las paredes. Además quita el mal olor en los zapatos y elimina las manchas de boli en la ropa.
¡Sin duda todo un descubrimiento!