Te damos un par de recetas para conseguir una deliciosa cebolla caramelizada, una con azúcar y otra sin ella y además un truco para conseguir tenerla lista en 15 minutos.
Vamos con la receta sin azúcar, para 200 gramos de cebolla necesitas:
Para elaborarla, pela y lava las cebollas y córtalas en tiras no demasiado finas. Cubre el fondo de la sartén con aceite de oliva virgen extra y ponla a fuego bajo. Incorpora la cebolla y la sal y muévela con cuchara de madera. Cuando la cebolla empiece a menguar y a estar transparente añade el agua, dos cucharadas y espera que se tueste. Así de sencillo.
Si prefieres hacerla con azúcar debes añadir a tu receta unas siete cucharadas de azúcar y vinagre de Módena. El proceso es muy parecido pero añadiendo el azúcar en el momento en que la cebolla esté trasparente y cuando casi esté terminada, el vinagre de Módena, que dejaremos cinco minutos hasta que se evapore.
Y aquí viene el truco, si quieres que todo este proceso pase de cuarenta a quince minutos, añade una pizca de bicarbonato. Conseguiremos que la cebolla suelte todos sus azúcares y sus jugos, pero sobre todo que esté lista en quince minutos.
Y es que tal y como explican en el blog directoalpaladar.com, “Cuando el ácido de la cebolla y el vinagre reaccionan con el bicarbonato y los jugos de la cebolla, se acelera la caramelización, obteniendo un resultado similar al de la receta tradicional en mucho menos tiempo, si bien de la forma tradicional conseguimos la caramelización de la cebolla en sus puros azúcares sin agregar ni azúcar ni reducción cremosa de vinagre.”
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