Está claro que una de las cosas más frecuentes en la adolescencia es ignorar a los padres y especialmente a las madres. Sin embargo algo que nos puede parecer desesperante, parece tener cierta base científica.
Y es que tal y cómo explica 20Minutos, «Una reciente investigación de la Universidad de Stanford (EE UU) sobre el cerebro de los adolescentes sugiere que la respuesta de las personas ante ciertas voces cambia naturalmente con el tiempo, de ahí que la voz de una madre se perciba como menos valiosa».
Se observó que » los menores de 12 años mostraron una respuesta neuronal explosiva, activando en el cerebro los centros de recompensa y de procesamiento de emociones, a partir de que un niño o niña cumple los 13 años, se produce un cambio.»
Y esos cambios son tan evidentes que los autores del estudio fueron capaces de adivinar la edad de un niño simplemente observando la respuesta de su cerebro a la voz de su madre. Algo que corroboraría que el adolescente no deja intencionadamente de escuchar a sus padres.
Tal y cómo apunta el neurocientífico Vinod Menon, de la Universidad de Stanford: «Cuando los adolescentes parecen rebelarse por no escuchar a sus padres es porque están programados para prestar más atención a las voces de fuera de casa».
Y además explica que estos resultados sugieren que a medida que crecemos, nuestra audición se centra menos en nuestras madres y más en otras voces, esto es algo que «ayuda a los adolescentes a relacionarse con el mundo y a formar conexiones que les permitan ser socialmente hábiles fuera de sus familias».
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