La tortilla de patata es de uno de los platos más típicos en nuestro país, los ingredientes son sencillos de encontrar y una vez que le coges el truco la tortilla es sencilla de elaborar. Hacerla siempre es un reto y comerla un gran placer.
Con cebolla o sin cebolla, lleva muy pocos ingredientes, patatas, huevos y aceite, y es una propuesta sencilla incluso para llevar fuera de casa. Aunque parezca sencilla de hacer hay algunos trucos, que incluso se han hecho virales y seguramente tu madre y tu abuela ya usaban, que seguro te van a ayudar.
El primero de estos trucos tiene que ver con las patatas y cómo las pelamos y cortamos. Lo ideal para que quede bien es cortar la patata por la mitad y luego cada mitad en cuatro trozos que picaremos. Después las meteremos en un bol con agua fría para lavarlas y las dejamos en agua para que suelten el almidón y queden más blanditas, un par de horas.
El segundo «truco» tiene que ver con la manera de freír las patatas, hemos de hacerlo con una cantidad generosa de aceite, antes de echarlas debemos echarles sal, echar un par de ellas para ver si el aceite está lo suficientemente caliente y cuando empiecen a salir burbujas, echar el resto. Después baja el fuego a la mitad, no deben quedar crujientes sino pocharse.
Quince minutos después de echar la patata añade la cebolla picada y ve batiendo los huevos, si son camperos mucho mejor y lo ideal para que no quede seca son cuatro o incluso alguno más, echa sal generosamente y bate con energía.
La cebolla estará lista cuando esté transparente y la patata cuando puedas aplastarlas con facilidad. Sácalas con una espumadera y escúrrelas bien antes de mezclarlas con el huevo para que no quede aceitosa. Si ves que queda muy compacta la mezcla, añade más huevo.
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