Se trata de productos con más pigmento que la habitual, que reducen así a un tercio el tiempo de exposición al mismo, diez minutos o quince en el caso de cabellos con muchas canas.
Lo normal es que pensemos que se trata de un producto mucho más agresivo que un tinte convencional, ya que actúa de manera mucho más rápida, sin embargo esto no es así. Tal y como explica a la revista Hola, Alessandra Chiarello, propietaria del salón Oramai, «dado que el tiempo de exposición es más reducido, resulta menos agresiva para el cabello y el cuello cabelludo, y al tener una alta concentración de pigmento natural, se oxida menos, aporta mucho brillo y dura más.«
En esta línea de coloraciones rápidas y menos agresivas están los tintes líquidos. En este caso se trata de una coloración superficial en la que los pigmentos no entran por completo en el córtex del cabello. Es una coloración indicada para matizar el color o dar reflejos, no para grandes cambios. Además proporciona volumen al cabello, por lo que es ideal para pelo fino.
De cualquier forma, recuerda que si escoges teñirte en casa tú misma debes seleccionar el tinte adecuado. Opta siempre por el que más se parezca a tu color natural o al color actual de tu cabello. Otro consejo: procura comprarlo en tiendas de productos de peluquería.
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