Sin duda el frigorífico es uno de los mayores avances de la humanidad en lo que se refiere a la conservación de alimentos, aunque también se encuentra entre los electrodomésticos que más consumen. Tal y como explican desde bbva.es, «el frigorífico es uno de los electrodomésticos que más electricidad consumen en el día a día. De acuerdo con la Guía práctica de la energía: Consumo eficiente y responsable, del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en los hogares españoles en los que se dispone de todos los equipos de suministro eléctrico, cerca del 18 % de la electricidad se destina a la refrigeración y congelación de los alimentos.»
Al tener que esta encendido todo el día es muy importante, sobre todo para ahorrar energía, saber cual es la temperatura ideal de nuestra nevera, para así ahorrar en nuestra factura de la luz, además de mejorar la conservación de los alimentos.
Desde bbva.com, explican que Laura Cardenal, responsable de comunicación de Selectra, una empresa eepecializada en asesoramiento y comparación de tarifas energéticas, aconseja “Tener la nevera a 4ºC y el congelador en torno a los -18 y -25 es suficiente” , algo que explica, «por regla general puede mantenerse durante todo el año, tanto en verano como en invierno».
Aunque matiza, «hoy casi todos los frigoríficos cuentan con sistemas integrados de regulación de la temperatura y el propio aparato se reajusta, por lo que muchas veces no hay que hacer nada. Para aquellos que cuentan con modelos más antiguos, que no se ajustan solos, sí es recomendable bajar un par de grados en verano para asegurarse”.
Además del ahorro energético, desde la web de Iberdrola hablan también de la importancia de mantener la temperatura adecuada en nuestra nevera para evitar la proliferación de microorganismos en la comida, «Gracias al proceso de refrigeración se consigue un retraso en el crecimiento de microorganismos patógenos que pudieran encontrarse en los alimentos. De este modo, se mantienen determinadas condiciones de seguridad necesarias para que se puedan consumir sin riesgo….cuando la temperatura de los alimentos empieza a subir por encima de cierto punto (los 4 o 5 grados), las bacterias comienzan a multiplicarse exponencialmente. No todas esas bacterias son malas, pero tampoco todas son buenas.»
Además de mantener una temperatura adecuada en nuestro frigorífico, hay gestos que pueden ayudarnos en este ahorro energético, además de asegurarnos el buen funcionamiento y mantenimiento del mismo:
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