La profesión de los artistas tiene luces y sombras. Ha reconocido que «o la vives con pasión, o acaba contigo. Siempre tienes que tener ganas, hasta en los días en los que no las tienes. Siempre tienes que estar dispuesto».
Además, al cantante de Iba se le vienen a la cabeza malos pensamientos antes de subirse a un escenario. «Yo siempre cinco minutos antes de subir al escenario, me quiero ir al camerino. Me quiero morir», confesaba. Es una lucha interna como la de cualquier otra persona. Sin embargo, siempre vence el entusiasmo por la música y por todo lo que la misma te aporta, sobre todo a la hora de dar un concierto.
«Me pregunto qué hago ahí y por qué me tengo que meter en esos líos, pero una vez que pisas el escenario y se crea una conexión con el público, hay un clic y a partir de ahí es otro mundo. Ahí entiendes todo el esfuerzo y todo merece la pena».
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La pandemia y sus consecuencias económicas y sociales también han tocado a la cultura. Para Alejandro Sanz no fue fácil, pues se vio obligado a aplazar su gira musical durante dos años. Sin embargo, para su sorpresa «el 85% de la gente se guardó su ticket durante dos años para ir a ese concierto».
Ahora, a punto de retomar el tour, esta vez tras lanzar su disco más personal SANZ, está dispuesto a hacer un viaje musical por todas sus canciones, no solo por las más recientes. Haciendo referencia a todas esas personas que guardaron sus entradas, confesó que «quieren ver ese concierto de verdad, por lo que no puedo defraudar a esa gente, aunque me tenga que dejar la piel a tiras ese día encima del escenario».
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