Para el relleno solo necesitas plátano y cacao. Lo ideal es utilizar plátanos maduros, que darán más dulzor a tus polos y además ahora que con el calor se estropea tanto la fruta, puede ser una buena opción para aprovecharlos. Para la cobertura necesitas aceite de coco, también puedes usar de oliva y chocolate fundido, y eso es todo.
Para elaborar los polos necesitarás 200 gramos de plátano, 40 gramos de cacao y para la cobertura 200 gramos de chocolate para fundir y 30 gramos de aceite de coco o de oliva.
El plátano es rico en potasio y además su contenido en sodio es bajo, por lo que es ideal para los hipertensos. Además aporta minerales, calcio, hierro, zinc y vitaminas B6,C y betacaroteno, además de ácido fólico.
Favorece el tránsito intestinal, ya que porta unos 0,6 gramos de fibra por cada 100 gramos de fibra soluble y 1,5 gramos por cada 100 gramos de fibra insoluble.
Por otra parte el cacao tiene un alto contenido en flavonoides que junto con el ácido oleico protegen a las células de del envejecimiento.
Previene algunas enfermedades cardíacas y mejora la memoria y además ayuda a producir endorfinas, triptófano y feniletilamina, que mejoran el ánimo.
Lo primero que haremos será cortar el plátano en trozos y triturarlo junto con el cacao, ponemos la mezcla en una jarra para así poder rellenar los moldes mejor. Una vez que pongamos la mezcla en los moldes metemos el palito en el hueco procurando que no quede descubierto. Después damos unos pequeños golpecitos para que todo se reparta de manera uniforme.
Los metemos al congelador como mínimo de cinco horas, aunque mucho mejor si lo dejas toda la noche. Una vez congelados los desmoldas y los colocas en un plato.