Pilar Rubio, además de sus básicos de maquillaje, un libro, un mini bolso por si a lo largo de día le surge un evento, un cepillo de dientes eléctrico y hasta un mini costurero, lleva un daruma, un muñequito japonés que le suele traer una amiga cuando va a Japón y que según la tradición japonesa sirven para dar suerte a la hora de cumplir algún sueño.
Sin embargo lo que más ha sorprendido es algo que parecía un juguete en forma de pato: «Es sagrado para mí. No puedo salir de casa sin ello«, explicaba mientras desvelaba de qué se trataba, un pequeño orinal para sus niños que le ha salvado en muchas ocasiones.
Y es que ser madre de cuatro hijos no es nada fácil, la comunicadora reconocía que en cualquier momento los niños piden pis y mientras se volvía loca buscando un baño, los niños ya se lo habían hecho encima. «Lo he pasado muy mal pero ya no me pasa más«, reconocía riéndose.
Según explica Pilar: «Encontré esto en Internet. Es un baño portátil. Es ergonómico, sirve para niño, para niña… Y luego pues nada, lo cierro y cuando encuentro el baño lo vacío y lo limpio.«
La misma Pilar habla de su bolso como «una vida portátil…. la posibilidad de transportar recuerdos y decenas de cosas útiles a cualquier lugar«.
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