En una sociedad como la nuestra tan preocupada por la alimentación sana y el control del peso, tan perjudicial puede ser comer mucho como ingerir menos calorías de las necesarias y es que cuando no se trata de un hecho aislado, comer poco puede provocar una serie de problemas de salud mental, física y emocional. Hay algunas señales que pueden darnos la medida de si nos estamos alimentando demasiado poco. Así que cuidado si tienes alguno de estos síntomas.
La primera de ellas es sentirnos cansadas, ya que tal y como explican desde elconfidencial.com, «Las calorías son unidades de energía que tu cuerpo utiliza para funcionar. Cuando no comes las suficientes es probable que te sientas cansado la mayor parte del tiempo. La cantidad de calorías necesarias para estas funciones básicas dentro de un periodo de 24 horas se conoce como tasa metabólica en reposo. La mayoría de las personas tienen una tasa metabólica en reposo superior a 1.000 calorías por día. Agregar actividad física puede aumentar tus necesidades diarias en otras 1.000 o más.»
La nutricionista María Llamas habla de los mareos como otra consecuencia de comer poco, ya que cuando no comemos suficiente, nuestros niveles de azúcar en sangre pueden caer en picado y hacer que nos sintamos mareados.
Comer poco puede provocarnos también una excesiva caída del cabello y es que se necesitan muchos nutrientes para mantener nuestro pelo saludable y muchos de ellos provienen de la alimentación, por eso si esta es deficiente y no tomamos las suficientes calorías, proteínas, biotina y hierro, se nos puede estar cayendo más de lo normal. Para solventar ese déficit Llamas propone, «comienza comiendo alimentos que ayuden a producir más queratina, la proteína que fortalece el cabello y las uñas. Las espinacas, las judías, la avena, el salmón, los huevos y los frutos rojos son excelentes fuentes de nutrientes para el cabello y las uñas. Las proteínas, la biotina, el hierro, la vitamina B12, los ácidos grasos omega-3, en particular, son los mejores nutrientes para ayudarte a mantener el grosor, el brillo y el crecimiento.»
El confidencial habla de algunos estudios que confirman que «el apetito y los antojos de alimentos aumentan en respuesta a la restricción calórica drástica debido a los cambios en los niveles de hormonas que controlan el hambre y la saciedad.», luego tener siempre hambre puede ser un indicador de que no estamos comiendo lo suficiente.
Al igual que tener frío todo el tiempo ya que nuestro organismo «necesita quemar una cierta cantidad de calorías para generar calor y mantener una temperatura corporal saludable y cómoda…Incluso hay un estudiopublicado en Aging, «de 72 adultos de mediana edad, aquellos que consumían un promedio de 1.769 calorías diarias tenían temperaturas corporales significativamente más bajas que los grupos que consumían entre 2.300 y 2.900, independientemente de la actividad física.»A estos síntomas podemos añadir ansiedad, problemas para lograr un embarazo, irritabilidad y estreñimiento entre otros.
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