Estar comiendo y que tu perro esté bajo la mesa rogándote y llorándote un pedazo de comida es habitual. Actuar tiene su parte de responsabilidad.
Tu mascota lo hace de forma instintiva. Para él no es más que un reclamo común y no es consciente de que no debe hacerlo, pues se ve integrado en el hogar como un miembro más.
Todo perro necesita ser mínimamente adiestrado para seguir una serie de normas. De la misma manera que no puede hacer sus necesidades en el pasillo, es importante enseñarle que no puede exigir comida en la mesa.
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Evitar paseos durante las horas de máxima temperatura, tener a mano siempre agua fresca o cuidar de las las almohadillas y aplicar protección solar si los animales son propensos a quemaduras son algunas de las recomendaciones que los expertos de Santévet han plasmado en un decálogo de cuidados para la época estival.
Cumple las mismas normas siempre con tu perro
Cuando tienes a tu cargo una mascota, hay que seguir una serie de reglas que no deben alterarse. Los perros son como esponjas, son capaces de cumplir las normas que le impongas. Si son capaces de encontrar a personas en un terremoto, ¿por qué no iba a ser capaz de dejarte comer tranquilo?
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No hay que dinamitar su educación cuando le consentimos ciertas excepciones, pues el perro no sabe la razón de porque hoy sí y mañana no. Es habitual que queramos tener un detalle con la mascota, y entonces traspasamos la línea que nosotros mismos le habíamos impuesto.
Cuando se traspasa la norma de no darle comida bajo la mesa, la norma ya deja de existir. Hay que evitarlo de la siguiente manera.
Cuando nos sentamos a comer, el perro sabe que es un ritual importante. Para que no pida comida de continuo puedes ofrecerle su propia comida en un cuenco que esté cerca de la mesa, y así se sienta integrado.
Que el animal se sienta saciado mientras la familia come hace que no sea tan insistente demandando alimentos.
