Hace 13 años, en 2009, Joaquín Sabina comenzó una de los proyectos más especiales de su vida de la mano del director madrileño Fernando León de Aranoa. Se trata de una película documental que, bajo el nombre de Sintiéndolo mucho, busca crear «un retrato de Joaquín Sabina sin bombín, hecho a muy pocos centímetros de su piel, con nocturnidad y alevosía«, según palabras del cineasta.
La intención de este proyecto es la de ser capaz de mostrar «la versión más auténtica y cercana» del que es uno de los artistas más aclamados de nuestro país. Más de una década después de iniciarse en esta aventura por fin León de Aranoa ha anunciado el final del rodaje. Y es que las cosas bien hechas necesitan paciencia y mimo, algo en lo que el tiempo juega un papel fundamental.
El director ha estado acompañando al artista durante todo este tiempo, convertido en su sombra para capturar no solo al personaje, sino también a la persona que está tras Sabina, y que no es otro que el Joaquín del día a día, el que no lleva bombín. Su profesionalidad, y sobre todo su cercanía, han sabido sacar la parte más íntima y cercana de Joaquín Sabina.
En una entrevista con Esquire el cantante de Úbeda aseguraba que hay numerosas biografías de su vida, «y no con todas estoy de acuerdo«. De hecho, ninguna de ellas está autorizada. «El documental es un proyecto diferente que me ofrecieron hace bastante tiempo y al que yo no me atrevía a decir que sí«, confesaba. Pero al pensarlo en manos de Aranoa la idea adquiere un nuevo matiz.
Se espera que la cinta vea la luz a lo largo de este 2022 en cines, y no es el único proyecto relacionado con Sabina en el que trabajará el director. Fernando León de Aranoa también trabaja en un biopic en forma de serie sobre el cantante, una idea que ha comprado Disney.
«Del biopic poco más hay que decir, no hay nada concreto aún, ni siquiera se ha hecho el casting todavía«, expresó el propio Sabina al respecto. No obstante, las redes tuvieron claro a un candidato para interpretar al de Jaén de joven: Leiva. La idea llegó hasta el de La llamada, que además de admirador es un gran amigo de Sabina. «Yo creo que voy a ser un actor pésimo. Es verdad que en las fotos de Joaquín en Londres, que además las tengo en casa, somos la misma persona. Tenemos los dos ese chasis de vagabundo…», confesó Leiva a Esquire.
Sea como sea, aún hay mucho que tejer en este proyecto. Lo que tenemos claro es que con la historia de Sabina y las manos de Aranoa, nada puede salir mal.
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