Lo primero y más importante es escoger el tinte adecuado. Antes de comprar un tinte, opta siempre por el que más se parezca a tu color natural o al color actual de tu cabello. Además procura comprarlo en tiendas de productos de peluquería, la salud de tu pelo lo notará.
Evita teñirte con el pelo recién lavado, en ese momento la fibra capilar está desprotegida. Sin embargo si llevas un par de días sin lavártelo, los aceites naturales que protegen el cuero cabelludo harán que el color se adhiera más y mejor. Para evitar las manchas en la piel, aplícate un poco de aceite protector en la línea del cabello.
Para teñirte necesitas tener además del tinte:
Prepara tu tinte, para ello mezcla en un bol el tinte y el agua oxigenada. Recuerda que esta se compra por volúmenes. Para aclarar el cabello uno o dos tonos, se emplea el peróxido de 10 volúmenes. Si vas a aclarar dos o tres tonos, lo ideal es utilizar el agua de 20 volúmenes. El de 40 solo emplea para aclarar cabellos muy oscuros. Lo mejor es que te asesore un profesional a la hora de comprarlo.
A la hora de teñirte sigue los siguientes pasos, primero cepilla el pelo y sepáralo en seis partes que sujetarás con pinzas, ponte una toalla alrededor del cuello para no mancharte.
Aplica vaselina o aceite por el contorno de la cara y delante y detrás de las orejas para no mancharte la piel y comienza a aplicar el tinte. Primero sólo en la línea del cabello desde la coronilla y después ve cogiendo las particiones de pelo y aplicando el tinte de cada sección solo en las raíces, no en el resto del cabello. Según vayas tiñendo coloca el pelo hacia la cara sujetándolo con pinzas.
Aplica el resto del tinte por todo el pelo para unificar el color, deja que actúe el tiempo recomendado por el fabricante, una vez pasado el tiempo peina el cabello de raíz a puntas y lávalo con abundante agua hasta eliminar el producto, evita el agua muy caliente.
Por último aplica tu champú habitual y una crema suavizante. Si usas productos especiales para el color mejor que mejor.
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