Para el cantante de Otra noche en LA la música es como una religión. Le ayuda a sobre llevar los estragos que le provoca la ansiedad que padece. Este trastorno se ha vuelto uno de los más comunes a nivel mundial después de la pandemia del Covid-19.
Hace meses, el artista puertorriqueño reconoció que se ha sentido «preocupado por cómo están mis propios hijos, por la salud de mi familia y por cómo vamos a superar esta situación».
Se encuentra dando su gira Movimiento por México, donde ha revelado qué significa para él componer temas. «Algo pasó en esta pandemia, donde me vi encerrado en cuatro paredes con un nivel de ansiedad intenso, y a la vez debía estar en calma para que mis hijos no entraran en pánico. Fue un trabajo de psicoanálisis muy poderoso para estar bien, pero a la vez tengo la música», comentó a El Sol de México.
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No son demasiados los aspectos que se conocen de la vida privada del interprete de Living la vida loca, el tema que más éxito acumula de todo su repertorio. Ricky ha revelado en alguna ocasión que le debe todo a su madre Nereida Morales.
Ha contado que sus padres se separaron cuando él todavía era un niño. Sin embargo, este hecho no le afectó en su crecimiento porque ambos estuvieron siempre presentes en su vida y lo apoyaron en todo momento.
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