El problema surge cuando hay que volver al cole y con ello retomar horarios. Tal y como explica en El país la psicóloga infantil Carmen Romero, que además es experta en sueño infantil, «Tanto mayores como pequeños debemos tener en cuenta los tiempos necesarios de descanso y la calidad de sueño para el beneficio de nuestro organismo».
Y añade que, «es de suma importancia tener en cuenta los hábitos de higiene del sueño para facilitar su descanso. Y los horarios, las rutinas, la higiene personal, la alimentación, el ambiente, todos ellos, influyen de forma significativa».
Según la experta descansar es una prioridad para que el cerebro de cualquiera pueda rendir, pero en el caso de los niños lo es mucho más ya que están en pleno crecimiento. Los niños además están en continuo movimiento y recibiendo estímulos y conocimientos constantemente por lo que para su desarrollo necesitan tener mucha energía y para ello cumplir unas horas de sueño y unos horarios adecuados.
Y va más allá explicando que, «Cuando extendemos en exceso las horas sin dormir (las ventanas de sueño), el cerebro segrega cortisol, la hormona de estrés, que es la responsable de mantenernos en vigilia”.
Se trata de una hormona que les sobreexcita y dificulta que el niño a pesar de estar cansado concilie el sueño y finalmente cuando lo logre, será un sueño ligero y con muchos despertares durante la noche.
La psicóloga propone una manera de volver a la rutina de sueño del curso escolar, algo que hemos de hacer con tiempo. Lo ideal explica es «ir avanzando el horario de acostarse 20 minutos cada tres días”.
Así si el niño se está yendo a dormir una hora más tarde de lo que lo suele hacerlo cuando va al cole la manera de ganar esa hora sin que el niño apenas lo note sería, adelantar 20 minutos la marcha a la cama los días uno, dos y tres, veinte minutos más (40 minutos antes respecto al horario de verano) durante los días 4, 5 y 6 y los días 7, 8 y 9 adelantamos 20 minutos para conseguir el horario correcto para empezar el cole.