La presentación oficial a los padres ha representado un momento simbólico en las relaciones y el paso definitivo para afianzarlas. Sin embargo, en un momento tan crucial como este donde todos nos cuestionamos la existencia cada vez son más las parejas que deciden posponer ese ansiado encuentro o directamente, rechazarlo.
Según apunta Silvia Sanz, sexóloga y terapeuta de pareja, en la revista S Moda de El País los jóvenes no tienen la misma manera de sentir y sobrellevar el compromiso como sí lo hacían generaciones anteriores. Conocer a la familia política ya no es algo tan detonante para las parejas.
Detrás de esta decisión se esconden varios motivos, entre los que caben señalar la protección a la pareja por miedo a que la rechacen, traumas sin tratar y el cambio de rutina y relación que el sujeto tiene con su familia en el caso de que sea rechazada o rechazado.
Los diferentes puntos de vista entre los miembros de la pareja pueden acabar ocasionando, en vez de un paso hacia adelante, el temible final, según ha detallado la especialista. En esta misma línea, Arola, psicóloga y sexóloga también coincide en que estamos ante una era en la que conocer a la familia de la pareja no es algo indispensable.
Arola añade que los motivos en qué los jóvenes sustentan esta nueva convicción en que las relaciones son más bien “informales” y de “menor duración”, donde los pasos hasta ahora dados en el noviazgo no se llevan. Algo que ha venido alentado por las redes sociales, tal y como asegura Carlos García, coach y especialista, ya que siempre existe la creencia de que podemos conectar con alguien más afín a nuestros valores.
El desafío de las relaciones es un debate que lleva un tiempo latente porque cada vez son más los jóvenes que no se identifican con lo impuesto socialmente y buscan alternativas a lo establecido para crear sus propias normas y sus propios códigos y para crear sus propios pasos y no seguir a la masa.
En este contexto, el coach Carlos pone también en evidencia las fricciones que se generan con el entorno más cercano por no cumplir con los estándares clásicos y tener diferente orientación sexual, identidad o tipología de relación.
En cualquiera de los casos, todos los expertos han coincido en que es indispensable apostar por una comunicación honesta, sincera, asertiva y argumentada con la pareja o parejas para saber si realmente queréis hacerlo o simplemente os estáis dejando condicionar por las normas sociales impuestas.
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