Al conocer su destino Mboup solo tenía un último deseo: poder despedirse de su hijo Cheikh, de 35 años. No obstante, la situación era más complicada de los que parece. Ablaye, que actualmente recibe cuidados paliativos en el Hospital Costa del Sol de Marbella, llevaba años viviendo solo en España. Este ha vivido la peor etapa de la enfermedad sin la compañía de su familia, acompañado únicamente de los médicos que han tratado de cerca su caso.
Ahora que se acerca su final han movido tierra y mar para que su hijo pueda viajar a España a despedirse de él. Contactaron con el joven, pero el proceso del visado se complicó, además de ser lento. Su enfermero, Pablo Guardado, intentó recoger firmas a través de change.org para que se atendiera la última voluntad de Ablaye.
Finalmente, y debido a que no hay mucho tiempo, trataron de agilizar el proceso escribiendo a la Reina Letizia, que tan implicada ha estado siempre en las cuestiones humanitarias y ha demostrado su compromiso con las enfermedades raras como la de Ablaye Mboup.
«Sabemos de la implicación de Su Majestad con las causas humanitarias y la estrecha vinculación con las enfermedades raras, por lo que recurrimos desesperadamente a su apelación como última opción de poder ofrecerle a Ablaye una muerte humanizada al lado de su hijo«, decía la misiva.
MÁS SOBRE: