En esta época del año, y sobre todo con estos calores, sin duda un refresco es lo que más nos apetece. Pero la mayoría de los que podemos comprar hechos llevan un montón de azúcar, colorantes, aditivos y aromatizantes. Algo que podemos evitar tomar si hacemos nuestros propios refrescos caseros.
Está la posibilidad de las bebidas cero, de las que habla un artículo publicado en JAMA Network Open, que analiza las bebidas cero edulcoradas con sucralosa en lugar de azúcar.
No obstante, según la Doctora Page, una de las autoras del estudio, «algunos estudios indican que pueden ayudar, pero otros apuntan a que pueden estar contribuyendo en realidad a la ganancia de peso, al riesgo de diabetes y a otras alteraciones metabólicas«. Sin duda la mejor opción, sobre todo para estar seguros de que estamos tomando algo sano, es elaborar nuestros propios refrescos caseros.
Refrescos caseros más que sanos, refrescantes y fáciles de hacer
Te damos algunas opciones saludables y refrescantes. La primera es el refresco de limón y jengibre. Para ello debes hervir durante cinco minutos un litro de agua con un trozo de jengibre, cinco hojas de estevia y una rodaja de limón. Después cuela la mezcla y deja enfriar. Sírvelo con unos cubitos de hielo.
Si te gustan los refrescos con gas puedes hacer una limonada con burbujas, para ello exprime cuatro limones, añade 250 ml de agua con gas y 250 ml de agua mineral fría y endulza con sacarina o stevia.
Y si prefieres de naranja, exprime cinco naranjas y añade 250 ml de agua con gas y 250 ml de agua mineral fría. Pon la mezcla en una botella de cristal en la que hayas puesto un par de ramas de canela y métela en la nevera un par de horas.
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Sin duda, una gran opción, y sobre todo refrescante, son los granizados. Este te va a encantar. Haz una infusión con 250 ml de agua y dos bolsitas de rooibos, deja enfriar y tritura cuatro fresas y cuatro cubitos de hielo en ese agua infusionada. El resultado es espectacular.