Esta claro que si queremos adelgazar debemos combinar ejercicio físico y dieta. Sin embargo a pesar de hacerlo muchas veces no obtenemos los resultados deseados, estas pueden ser las razones de que nos ocurra esto.
Algo esencial para poder bajar de peso es que nuestro metabolismo funcione bien y así pueda utilizar las calorías que consumimos cómo fuente de energía y sin embargo evite que se almacenen en nuestro organismo en forma de grasa saturada.
El término metabolismo hace referencia a las reacciones químicas que consiguen aprovechar la energía procedente de los alimentos conseguir así que nuestro organismo funcione correctamente. Hay una cantidad de energía mínima que nuestro organismo necesita diariamente conocida cómo «metabolismo basal» y es diferente dependiendo de la persona, es decir no es igual en un niño pequeño que en un hombre.
La edad, los genes, el sexo, la actividad física y la dieta son algunos de los factores que influyen en que nuestro metabolismo sea rápido o lento. Pero además hay otros factores que pueden hacer que no bajes de peso.
¿Cómo perder peso a partir de los 50? El metabolismo se ralentiza a partir de la década de los 50 con la retirada del periodo y la entrada en la menopausia. Por eso, para perder peso a partir de cierta edad, deberemos introducir cambios en la alimentación y en nuestro estilo de vida: comer más proteína, verdura y procurar a hacer ejercicios de fuerza y resistencia.
Otro factor muy importante a la hora de adelgazar es el sueño, hay estudios que demuestran que si duermes menos de cinco horas tus niveles de grelina, la hormona regula el hambre, aumentarán y con ellos la sensación de hambre. Al mismo tiempo producirás menos leptina la hormona supresora de las ganas de comer.
Ojo con el ejercicio que haces, aunque el ejercicio cardiovascular es bueno, a la hora de adelgazar, los últimos estudio sal respecto indican que lo mejor es combinar trabajo de fuerza y hiit o entrenamiento a intervalos de alta intensidad.
Otra razón por la que puedes no estar perdiendo peso es el estrés y es que estrés y alimentación están muy unidos. El primero nos conduce a comer más y no precisamente mejor, si estamos estresados solemos buscar alimentos calóricos, comida rápida y comidas ricas en grasas, que a la larga supondrán una subida de peso.El estrés hace que comamos peor porque altera las hormonas que se encargan de regular el hambre y la saciedad.
El cortisol es la hormona que se asocia con el aumento de peso y es aquella que se libera debido a una situación de estrés. Un estudio de la Universidad de Yale la catalogó como una de las principales causas por las que engordamos.
También es importante mantenernos hidratados para adelgazar, lo recomendable según los expertos es beber entre seis y ocho vasos de agua al día. Esto es suficiente para que nuestro sistema funcione correctamente en digestiones y eliminación de toxinas.
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.