Ha pasado menos de una semana desde que el primer hijo de Rafa Nadal y Mery Perelló vino al mundo. Lo primero que se supo del tenista tras darse a conocer la noticia de su paternidad fue que volvía al trabajo y se dejó ver por las redes sociales dentro de su academia durante sus entrenamientos en Manacor. Pero este jueves, el deportista se ha pronunciado por primera vez desde el nacimiento de Rafael, su primer hijo.
Ha sido a través de las redes sociales, concretamente desde Twitter, la herramienta que el tenista ha utilizado para, de forma muy escueta, dar señales de vida tras el parto de su mujer, con quien hace poco ha cumplido su tercer aniversario de boda. «Después de unos días y muchos mensajes de cariño sólo quería daros las gracias a todos! ¡Estamos muy contentos y todos muy bien! Un fuerte abrazo», concluye el mensaje del deportista balear.
Unas palabras que han sido ampliamente compartidas por sus miles de seguidores y han recibido las cariñosas respuestas de las cuentas oficiales de los torneos que Rafa Nadal domina, como el Abierto de Australia (Australian Open) o desde el US Open de Tenis, que han dado la enhorabuena a los papás.
Los problemas que turbaron a Rafa Nadal
Hace un par de semanas se conocía la noticia de que el segundo mejor tenista del mundo y su esposa iban a tener a un niño, convirtiéndose así en padres primerizos. La noticia de la maternidad de Perelló ha sido, además, especialmente sonada tras saber que la empresaria balear había tenido problemas con su embarazo, una situación que afectó no solo a la propia madre, sino también al trabajo del tenista, quien ya en varias ocasiones reconoció, ante medios de comunicación, que no estaba bien, lo que le afectó también en el terreno de juego.
«Necesito volver. Tengo cosas mucho más importantes que el tenis que atender», lamentó entonces el deportista tras perder el US Open contra Frances Tiafoe mientras Xisca permanecía ingresada en el hospital.
Ya en el pasado mes de agosto, las complicaciones en el embarazo de Perelló provocaron que la mujer tuviera que ser ingresada en una clínica en Palma de Mallorca a las 31 semanas de gestación, al tiempo de Rafa Nadal se jugaba por hacerse con el primer puesto en el ránking de la ATP.
Tiempo atrás, cuando surgió la noticia de que Xisca y él serían padres, el deportista ya pidió calma y discreción a la prensa y aclaró que un hijo no cambiaría sus planes profesionales: «La forma en la que cambia la vida no lo sé porque no tengo experiencia, pero no tengo previsto que esto suponga un cambio en mi vida profesional«.
