La música genera en nosotros oxitocina, una hormona relacionada con el vínculo que puede haber entre dos personas y que puede generarse mediante el canto. Por ejemplo, un bebé se puede sentir conectado emocionalmente con un adulto cuando este le canta. Es por eso que muchos médicos recomiendan la música a los niños más pequeños.
Las canciones también crean picos de emociones que producen dopamina. Lo que crea esta dopamina es una sensación de recompensa y placer en el cerebro. A parte de esto ayudan a gestionar las emociones más oscuras como la tristeza, el resentimiento o el dolor en las zonas de nuestro subconsciente.
Otra de las ventajas que produce la música es que ejercita la memoria. Un estudio de la Universidad de California en 2009 demostró que una parte de nuestro cerebro asocia las canciones con muchos recuerdos que pueden estar casi olvidados en nuestra cabeza. De tal manera que, puede que tengamos algunos momentos bloqueados en el cerebro y que al escuchar una canción que conocemos desde hace años nos teletransporte a ese recuerdo y de algún modo lo revivamos.
Normalmente la música ayuda a que nuestro cerebro se concentre cuando estamos realizando cualquier actividad. Ya existen muchos expertos que recomiendan trabajar con música en los ambientes laborales. Bien es cierto que siempre será mejor poner canciones sin letra para evitar distracciones.