En Caminos del Flamenco, el programa de La 2, el artista malagueño ha ido descubriendo su infancia y ha regalado una preciosa actuación junto a Miguel Poveda y Soleá Morente a los pies del mar, fuente de inspiración.
Ha publicado un vídeo afirmando que lo que verdaderamente le hace feliz son momentos como este junto a los dos cantaores.
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Hay que echar la vista muy atrás para descubrir que la afición del cantante de El Patio por el piano viene desde el colegio. De hecho, su profesora de matemáticas se dio cuenta de que por aquel entonces el pequeño Pablo se fijaba mucho en los acordes de la guitarra que ella tocaba. Observaba como el niño imitaba sus movimientos en su pantalón.
«Entonces la profesora llamó a mi madre y le dijo que aunque yo tenía solo 4 años me veía posibilidades, que me comprara una guitarra pequeñita que ella se encargaría de enseñarme en los recreos del colegio, y resulta que en dos semana estaba tocando», contó.
Sin embargo, el piano también entró a su vida. «Con 8 años entré al Conservatorio de Málaga. Hasta que mi madre no estuvo segura, no me compró un piano que no cabía en mi habitación, me tuvo que poner una cama mueble porque no entrábamos».
Emprendió sus caminos musicales tocando en hoteles de la Costa del Sol, y después, decidió trasladarse a Londres para trabajar de camarero a la vez que tocaba canciones en el metro de la capital británica.
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