Algunos de estos síntomas que se mantienen en el cuerpo del paciente son el dolor de cabeza, la fatiga y los mareos. A estos, además, hay que añadir otros efectos neurológicos como la pérdida de memoria o la dificultad para concentrarse, como demostraron varios equipos de investigadores en publicaciones de Neurology Clinical Practice y el Journal of Infection, algunos pacientes de covid-19 detectaron estos efectos secundarios hasta tres meses después de pasar la enfermedad en un porcentaje que ahora ha aumentado al 43%, según ha detallado el profesor del Máster en Neuropsicología Clínica de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Aarón Fernández del Olmo.
En declaraciones a Europa Press, el experto señala que la niebla mental se da en pacientes con un perfil «muy oculto», ya que no es un síntoma que se detecta a primera vista, sino que, como él mismo explica, es latente en pacientes de esta enfermedad que se encargan, en su día a día, de «tareas que tienen más estímulos» durante mucho tiempo en el que también padecen fatiga.
Es este conjunto de síntomas neurológicos provocados por el covid-19 lo que, en opinión de los expertos, se define como niebla mental; es decir, los signos que obstaculizan el correcto funcionamiento del cerebro y que «nos saturan», como indica Fernández del Olmo a Europa Press.
En caso de percibir estos síntomas, los profesionales recomiendan que, si pasado un tiempo persisten, acudir al médico si estos efectos afectan al normal desarrollo de su día a día. Aparte de esta visita, también aconsejan a quienes padecen niebla mental o niebla cerebral que tengan la mente ocupada y, sobre todo, lleven un estilo de vida saludable alejando los malos hábitos.
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