Gonzo dirigía un especial del programa «Salvados» en torno a la salud mental en los jóvenes. Entre otros asuntos, se sentaba a hablar de este tema con Amaia Romero y Jaime Lorente, que pronto confesaban ser víctimas del síndrome del impostor.
«El miedo a no sentirse querido, no dar la talla y fallar, antes lo podía mantener en secreto porque no estaba expuesto», aseguraba el intérprete de Denver en el éxito internacional «La Casa de Papel».
«Yo también soy una persona insegura y con muchos prejuicios», señalaba Amaia Romero que además comenta que con la fama «se magnifica mucho más». «Cuando iba al estudio, me sentía pequeña y tenía miedo de decepcionar y a que se dieran cuenta de que no valía», explica la cantante y ganadora de Operación Triunfo.
Si alguna vez has sentido un miedo aterrador en torno al fracaso, o si te persigue la idea de que pronto tu entorno se dará cuenta de que eres un fraude, es muy problema que padezcas el síndrome del impostor.
Según los especialista, se trata de un trastorno psicológico por el cual, las personas exitosas carecen de la capacidad de valorar sus propios logros. Algunos expertos en la materia lo relacionan con el perfeccionismo, sobre todo en las mujeres. Una tendencia que podría además estar asociada con situaciones de baja autoestima.
En algunos casos, las personas que lo padecen, describen situaciones en las que rechazan por completo cualquier demostración de éxito y lo asocian automáticamente a una idea fantástica sobre la suerte.
En estos casos, la creencia de que «no lo merecemos» se traduce en un sentimiento continuado de engaño, en el que pensamos que otros son mucho más inteligentes y capaces que nosotros. Y que pronto, todo el mundo se dará cuenta.
El primer paso es identificarlo. Para ello, la recomendación habitual ante cualquier sospecha es acudir a un profesional de la salud mental.
En ocasiones, y si la terapia lo indica, el hecho de anotar los pensamientos cuando surgen ayuda a moderar la ansiedad que desencadenan nuestro ideas de impostor. Ver nuestros pensamientos escritos ayuda a valorarlos con una visión diferente y a distanciarnos de ellos.
Otro consejo habitual es realizar una lista minuciosa con nuestros logros. Se trata así de recordarte a ti mismo que no eres ningún farsante. Cuando vuelvan los pensamientos negativos, solo tienes que acudir a tu lista para demostrarte a ti mismo que esa idea no es real.
Aunque cada persona es un mundo y sólo un profesional cualificado tiene las respuestas adecuadas, enfrentar los problemas de manera directa suele ayudar. En tu día a día, haz una lista de las tareas pendientes y comienza por las más difíciles. Así, al terminar, sentirás una gratificante sensación de fortaleza y capacidad.
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