¿Puedo utilizar la crema solar del año pasado?

Lo primero es mirar la fecha de caducidad y comprobar que su textura y color están intactos

Ana Más

Según la Sociedad Española de Oncología Médica el sol es el principal causante de melanoma, el tipo de tumor cutáneo más peligroso y el responsable del 80% de las muertes asociadas a un tumor maligno de la piel. Por eso es imprescindible y muy importante aplicarnos crema solar antes de exponernos al sol.

Pero además de conocer cuál es nuestro fototipo de piel y qué factor de protección solar debemos aplicarnos, es importante no escatimar producto, el tamaño equivalente a una pelota de ping pong bastará para todo el cuerpo en cada aplicación. Extiéndelo de manera uniforme y no te olvides de aplicarlo en orejas, ingles, interior de las rodillas o nuca además de renovarlo cada dos horas.

Quizás te estés preguntando si puedes usar la crema solar que te sobró el año pasado, nueve meses después. Aclaramos todas tus dudas.

¿Puedo utilizar la crema solar del año pasado?

manchas de autobronceador

Lo primero que debes hacer es ver cuándo caduca, es decir, su fecha de caducidad. Si ha caducado no te queda otra que tirarla. La fecha de caducidad de las cremas solares suele estar en la parte posterior del producto, donde vienen los ingredientes de la misma.

Sin embargo, lo mejor que podemos hacer para cerciorarnos del buen o mal estado de nuestra crema es olerla y tocarla. Para ello, échate un poco de crema en la mano y comprueba que sus propiedades siguen intactas. Si ves que su color o textura han cambiado y, por ejemplo, está más líquida o amarillenta, mejor comprar una nueva y no poner en peligro nuestra salud.

No obstante, según recoge El Confidencial, respecto a la duración de las cremas solares, «según la clínica Mayo: la Administración de Alimentos y Medicamentos exige que todos los protectores solares conserven su potencia original durante al menos tres años.»

Lo cual  significa que si está en buenas condiciones, puedes usar el protector solar sobrante de un año para otro y, eso sí, para que se conserve en perfecto estado mantenla en un lugar fresco, protegida del sol y el calor y un cajón o un armario donde la temperatura sea estable.

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