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Una mujer cuya profesión es poner nombre a los bebés

Comenzó cómo una afición y se ha convertido en su profesión

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, los nombres que los papás eligen con más frecuencia para sus niños son: Hugo, Lucas, Martín, Mateo, Leo, Daniel, Pablo, Alejandro, Álvaro, Adrián, Enzo, Marcos, Izán, Javier y Bruno. Hoy te hablamos de una mujer cuya profesión es precisamente esta, poner nombre a los bebés

En el caso de las niñas: Lucía, Sofía, Martina, Emma, Daniela, Valeria, Alba, Carmen, Ana, Olivia, Elena o Aitana son de los más elegidos.

Y es que cuando estamos eligiendo un nombre para nuestro bebé lo hacemos buscando en distintas fuentes de inspiración: uno de ellos son familiares a quién queremos especialmente, amigos o, personajes de la historia que han dejado huella con su valentía y coraje. Sin embargo en Nueva York hay otra forma de ponerle nombre a tu bebé, recurriendo a los servicios de Taylor A. Humphrey.

Una mujer cuya profesión es poner nombre a los bebés

Esta joven de 33 años es una apasionada de los nombres desde que era niña y hace siete años comenzó colgando en su Instagram (@whatsinababyname), sus nombres favoritos y la numerología de cada uno de ellos. Sus publicaciones tenían tanto éxito que sus seguidores le pedían consejo sobre el tema constantemente. Incluso en la universidad probó la escritura de guiones y la parte que más le gustaba era la elección de los nombres de los personajes, tal y cómo explica en una entrevista a The New Yorker en la que también ha explicado que «sugirió el nombre de Parks a una pareja que le dijo que se habían dado su primer beso en un pueblo llamado Parker y que querían algo vanguardista. «

Ante su éxito en redes, en 2018 Taylor empezó a pensar en convertir su afición en su trabajo y sacarle rentabilidad y así lo hizo, creó un negocio en el que llega a cobrar miles de dólares por elegir un nombre para un bebé, concretamente entre 1.500 y diez mil dólares,  aunque sigue ofreciendo consejos de forma altruista en Instagram.

La joven hace su trabajo buscando datos, mirando letreros en las calles y fijándose en los créditos de las películas y ofrece distintos servicios que van desde proporcionar a los padres un listado de nombres tras hacerles algunas preguntas, hasta una amplia investigación genealógica.

El perfil de su clientela suele ser familias con varios hijos que no saben qué nombre ponerle a su bebé. El año pasado fueron más de cien familias las que acudieron a ella.