El animal pasa a sentirse genial gracias a esta seña. Que exponga su barriga es una señal de confianza, y lo hace sabiendo que no le haremos ningún daño.
No hay que olvidar que esta postura detona gran vulnerabilidad y lo hace porque se siente a gusto con nosotros. Pero, ¿por qué más lo hace?
Evidentemente, esta forma de contacto con sus dueños les genera placer, una razón simple por la que a los perros les gusta que se les rasque la barriga. Para las mascotas, es un acto que los tranquiliza y les aporta mucha seguridad, y estrechan los lazos a su dueño.
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Sin embargo, acariciar a tu mascota cuando siente miedo o está nervioso no es una buena elección. Espera a que se calme y a que se sienta en confianza para hacerlo.
Al hacerlo, tiene que ser con suavidad y nunca de forma brusca, pues podría asustarlo. En definitiva, tendrás que respetar siempre al animal. Si detectas que hay una zona que no le gusta que le toquen no insistas o el canino podrá acabar reaccionando de forma negativa.