Mantener una piel sana y limpia es difícil. El cuidado del cutis conlleva un esmero y dedicación especiales que no siempre se cumplen, ya sea por pereza o falta de tiempo. Tónicos, exfoliantes, cremas hidratantes, sérum…solo con nombrar la cantidad de productos que deberían incluirse en una rutina normal de belleza ya genera rechazo; pero lo cierto es que hay un paso que es indispensable en cualquier hábito estético: la doble limpieza.
Sí, así es. Se habla de una limpieza facial que se realiza dos veces en un mismo día. No se trata solo de un mero consejo, sino de un ritual para conservar que el cutis se mantenga saludable. Aunque no lo parezca, retirar la suciedad de la piel no es tan sencillo; de hecho, es una tarea tan específica que requiere de unos cosméticos determinados y unas fases concretas. La doble limpieza facial no es algo novedoso, puesto que muchas expertas, como los dermatólogos, lo recomiendan, especialmente para las dermis que son más problemáticas, pero una de las cosas que hay que tener en cuenta antes de hacerla es que, en cada una de ellas, se aplican productos diferentes.
La doble limpieza es, además, un paso de la rutina especialmente recomendado para las personas que se maquillan mucho durante el día. Pero, ¿en qué consiste exactamente la doble este proceso? No, no se trata solo de lavarse la cara dos veces, sin de hacerlo con productos purificantes diferentes. Eso sí, los cosméticos que se utilicen variarán en función de las necesidades de cada piel.
Una vez se tenga claro el tipo de cutis y cómo tratarla, es hora de ponerse manos a la obra y descubrir en qué consiste la doble limpieza de cara que, hace un tiempo, ya empezaron a adelantar las coreanas con su particular (y famoso) ritual que consta de diez pasos.
Para empezar, hay que saber que no se trata de una limpieza por el día y otra por la noche, sino que se trata de un proceso que se emplea solo antes de irse a la cama. Después de tener eso claro, se empieza por aplicar un limpiador a base de lípidos (bálsamo, aceite o leche) y el segundo paso es usar un limpiador de base acuosa, de gel o espuma.
Puede que el limpiador en base de aceite genere dudas para las pieles más grasas, pero lo cierto es que es más efectivo que el resto a la hora de penetrar en la dermis con mayor profundidad y, por lo tanto, eliminar la suciedad de los poros.
Aunque si hay un producto que es fundamental en toda rutina de belleza, y es esencial en la doble limpieza, es el uso de crema solar, ya sea verano o invierno. De hecho, este protector, junto con la crema hidrante y el maquillaje (para quien lo use) son los cosméticos que deben desaparecer de la piel antes de irse a la cama todos los días. Uno de los trucos para una óptima doble limpieza facial es aplicar limpiadores suaves, que no sean agresivos o no dañen el cutis.
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