No obstante, lejos de colaborar con la justicia, El Yoyas se niega a cumplir la condena y ha decidido ocultarse en un bosque, «un paraje furtivo de difícil acceso«, señalan desde El Mundo. Y es que el diario ha sido señalado estos días por haber publicado una entrevista con el prófugo en la que este se reafirma en su inocencia y reconoce estar pasándolo mal.
«Ahora no vivo, improviso con los bolsillos vacíos. Estoy jodido«, admite Carlos Navarro, que reconoce también estar «emocional y económicamente en la ruina«. Además, en este encuentro con el diario señala que se le ha condenado sin una sola prueba y apunta que se le ha privado de sus hijos, considerándose víctima de una ley «injusta» con los hombres y padres.
El catalán reconoce que ha vivido momentos complicados que han afectado a su vida, como la muerte de su madre. «Durante una época mi psicólogo fue el Macallan (whisky)«, expresa. Carlos Navarro se dio a conocer hace ya más de 20 años con su participación en la segunda edición de Gran Hermano, espacio del que fue expulsado por protagonizar un episodio violento.
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