Los más pequeños de la casa suelen hablar con su mascota, por lo que se favorece su socialización y liberan tensiones.
Progresar junto a un canino ayuda a generar un mayor soporte emocional conforme se van haciendo mayores.
Existen muchos beneficios al convivir con los caninos. «Mucha gente creemos que para los niños es bueno y relajante tener un animal como amigo; pero los investigadores no estábamos seguros de si esta sospecha y estos supuestos beneficios tenían fundamento científico contrastado o no», dice Darlene Kertes de la Universidad de Florida.
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«Los canes son capaces de disminuir la ansiedad infantil en situaciones problemáticas, incluso más que los propios padres», afirmaba la psicóloga.
Sin duda, la amistad con un perro es para siempre. Si un niño crece entre perros, es muy probable que ese vínculo perdure cuando sea adulto. De hecho, los efectos que un amigo peludo proporciona en la infancia puede tener efectos duraderos, incluso, de por vida.
«Sabemos que aprender a lidiar con el estrés durante la infancia tiene consecuencias positivas para la salud emocional y el bienestar de una persona durante toda la vida», explica la psicóloga.