El elemento clave para conseguirlo es según explica el cocinero, el microondas, si lo sabes utilizar bien y sigues los pasos al pie de la letra, conseguirás unas patatas enteras, en buen estado y en solo cuatro minutos, te contamos cómo.
Lo primero que tenemos que hacer es envolverlas en film transparente sin pelarlas. Es importante eso si que la piel esté limpia. Y otra cosa que tienes que tener en cuenta es su peso, que debe estar en torno a los 150 gramos ya que según explica el cocinero, si son más grandes podemos tener problemas a la hora de cocerlas.
Una vez limpias y envueltas, debes meterlas en el microondas de una en una y cocerlas durante cuatro minutos, si metes un par de patatas debes dejarlas el doble, ocho minutos. Después sácalas, deja que se enfríen y quita el papel transparente, verás que pelarlas es fácil incluso con las manos ya que la piel saldrá muy fácilmente, una forma con la que además no desperdiciarás nada.
Una vez pasado ese tiempo, espera a que se enfríen un poco para quitarles el film con cuidado de no quemarte. Verás que podrás pelarlas incluso con las manos, ya que la piel queda muy fina y se separa muy bien, con lo cual además no desperdiciarás nada.
Y es que además de aportarnos energía, la patata tiene un alto contenido en potasio y un 75% de su contenido es agua. Además es rica en vitamina B, vitamina C, ácido fólico y minerales como el magnesio y el hierro.
Y un poco de historia… desde la revista CuerpoMente explican su origen, » las primeras patatas las cultivaron hace entre 4.000 y 8.000 años en los Andes los antecesores de los incas (culturas Tiahuanaco, Moche, Wari…). Debió de ser cerca del lago Titicaca, donde aún se las llama mamá jatha o «madre del crecimiento»?. Los conquistadores españoles se llevaron las patatas (papas en América) a Europa, donde acabaron triunfando tras siglo y medio de dudas sobre si aquello que llegaba de tierras desconocidas sería comestible.»
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