Estar presentes en el desarrollo evolutivo del niño garantizará la felicidad y el equilibrio emocional de nuestro pequeño. Te dejamos algunas razones por las cuáles no tienes que descuidar pasar tiempo con los pequeños de la casa.
El hecho de que un hijo tenga a una persona presente en su vida, conectando con sus emociones y protegiéndole cuando lo necesite, va a terminar por ser un adulto seguro de sí mismo, con capacidad de gestionar situaciones e impulsos y sobre todo, adoptará un buen pensamiento crítico.
Por todo ello es importante protegerles (sin llegar a sobreproteger) durante su infancia. Si ofrecemos a nuestros hijos un apego seguro, estamos dándoles la posibilidad de explorar nuevas experiencias y que sepan que cuando sientan peligro o miedo, puedan volver a su zona de seguridad, en la que estamos presentes.
Solo si estamos presentes en su vida vamos a tener oportunidad de ayudar en sus emociones ante situaciones que vaya a vivir. En muchas ocasiones, no vamos a lograr mitigar su tristeza, pero nuestra simple presencia podrá ser tranquilizadora.
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La clave de la paternidad es estar ahí, y reparar el daño que podamos hacer a nuestros hijos cuando nos equivocamos. Los padres cometemos muchos errores, por ello, pedir perdón va a ser la mejor acción que podamos realizar.
Tratar de estar disponibles para ellos luego será lo predilecto para un buen desarrollo de sus capacidades. Intenta que las distracciones y estímulos que te impiden pasar tiempo con tu hijo no termine por separarte en plena etapa de su desarrollo.