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Pablo Puyol relata cuándo estuvo a punto de «morir de la forma más ridícula»

El actor Pablo Puyol, uno de los integrantes de Upa Dance, cuenta su cercana experiencia a morir con unos fans

Raúl Vázquez Fernández

La vida de un actor como Pablo Puyol, sobre todo en el momento en el que movía masas con Upa Dance, puede tener algunos riesgos en lo que a su seguridad se refiere. Eso sí, nunca nos podríamos imaginar que llegaran a extremos tales como morir de una «forma ridícula».

Así lo ha confesado el propio actor en su último acto. Este ha sido la presentación de Company, su último musical. Todo surgió cuando los periodistas que allí se encontraban le pidieron que contara alguna anécdota.

«Qué forma más ridícula de morir», pensó Pablo Puyol

Cuando le propusieron que relatara una anécdota de su vida como artista, contó que le dará vida a Pepe Reina en True Story España. En este espacio de Amazon Prime Video, se

Y también contó algo que vivió él: «Me pasó en una firma de discos en Sabadell, donde estuve a punto de morir. En una firma de discos de Upa Dance estuve a punto de morir por una bufanda«.

 

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«Yo llevaba una bufanda y cuando íbamos a salir, una chica empezó a tirar de la bufanda y al poco no era una, eran 14 tirando y me empezaron a asfixiar. Y además había un señor de seguridad empujándome y diciéndome «que no te pares».

«Yo pensaba, qué forma más ridícula de morir… no llevéis bufanda, es peligroso». Eso fue lo que le pasó en aquella situación que, aunque se pueda tildar de surrealista, sucedió.

«Es una montaña rusa»

Por otro lado, Además de confesar que estuvo cerca de morir de esa forma, Pablo Puyol también se sinceró sobre las subidas y bajadas de la fama. Este proceso lo comparó con una montaña rusa.

«Esto es una montaña rusa, de pronto eres una estrella y como no hagas otra cosa en seguida pasas a un segundo plano», dijo el actor. Sin duda, él sabe perfectamente lo que es vivir un fenómeno fan en todo su esplendor y, pasados los años, seguir disfrutando de la profesión de una forma mucho más tranquila. O, en otras palabras, sin que su vida corra peligro.

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