Antes de encontrarse con el público catalán en la primera noche Pablo Alborán utilizó su manejo con las palabras para lanzar toda una declaración de amor a la ciudad y a su público:
«Esta noche intentaré besarte las comisuras del alma, voy a querer abrazarte los sentidos.. esos que no llevan mascarilla.. vamos a jugar con el silencio de los años que llevamos sin vernos. Hagamos que merezca la pena la espera. ¡Hoy y mañana soy vuestro Barcelona!»
En las imágenes que acompañaban a la publicación el artista aparece contemplando el Palau de la Música, el lugar que le acogería las próximas dos noches. El teatro, situado en el Barrio Gótico, es una de las obras más destacadas del modernismo, de una belleza destacada tanto por fuera como por dentro.
El escenario es el hábitat natural de un artista y, tras mucho tiempo alejado de ellos, Pablo Alborán no veía el momento de regresar y reencontrarse con su público. Esta gira, más íntima y cercana, le está curando las heridas que dejó la pandemia, como un pájaro que se desvía de la bandada y de nuevo encuentra el camino para continuar.
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