Una parte de ese impacto negativo en nuestro organismo tiene que ver con la formación de cálculos renales. Y es que tal y como explican desde el mismo medio, «el ácido oxálico tiene la capacidad, si está presente en suficiente cantidad, de unirse al calcio para provocar los cálculos renales. La dieta que seguimos es una de las claves para evitarlos.»
Es decir, según matiza eldiario.es, «las piedras en el riñón aparecen cuando estos oxalatos, especialmente de calcio, empiezan a formar cristales, agregándose hasta formar las conocidas “piedras”. El bajo volumen de orina (por no beber suficiente agua) tiene un papel importante en esta cristalización.»
Pero además, esta afinidad del oxalato para unirse al calcio hace que pueda combinarse en nuestro intestino con este y «otros minerales como el magnesio o el zinc, e impedir que el cuerpo los absorba, provocando deficiencias», cómo explica eldiario.es. Y esto lo convierte en una sustancia que nos impide absorber nutrientes o lo que es lo mismo, un antinutriente.
Sin embargo también explican que «en los ensayos se ha visto que, aunque el calcio de las espinacas no se absorbe bien por el oxalato, al tomar espinacas junto con leche, el calcio de la leche, que tiene otra forma molecular, se seguía absorbiendo con normalidad. «
Por eso las personas, cada vez más, que han cambiado la leche por los batidos verdes en los que mezclan frutas, soja, frutos secos y verduras de hoja como las espinacas, deben ser conscientes de la gran carga de oxalatos que están consumiendo. Esto hace que si no aportamos minerales de otras fuentes como los lácteos, el pescado, los mariscos o suplementos, corremos el riesgo de tener deficiencias de algunos minerales, especialmente de calcio, algo que podemos evitar:
Aunque tampoco debemos «volvernos locos» en este sentido y dejar de consumir estos alimentos, que son considerados sanos, sólo debemos restringirlos en el caso de que nos detecten niveles altos de oxalatos en la orina, en cuyo caso deberíamos restringir el consumo especialmente de espinacas, judías, frambuesas, remolacha, dátiles, soja y sus derivados, patatas y boniatos y almendras y cacahuetes, que son de los alimentos que más oxalatos contienen. Por otra parte, tal como explica El confidencial, «se ha demostrado en múltiples estudios que el aumento del consumo de calcio es uno de los mejores remedios para la reducción del riesgo de piedras en el riñón. «
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