Lo primero es vaciar la nevera y deshacerte de toda la comida que vaya a caducar. Puedes consumirla antes de irte o dársela a alguien de confianza. Aprovecha también para limpiar el frigorífico. Para ello disuelve tres cucharadas de bicarbonato en medio litro de agua tibia y frota el interior con una esponja. Deja actuar cinco minutos y pasa un trapo.
En lo que respecta a la ropa, procura dejar el cesto de la ropa vacío. Es decir, lava toda la ropa sucia y plánchala. Si la dejas muchos días cogerá mal olor. Además, cuando vuelvas agradecerás tener todo limpio y planchado.
Mantén a los insectos alejados de tu casa rociando las zonas clave con un poco de insecticida y poniendo especial atención en no dejar nada que les atraiga como migas de pan o galletas.
Deja la cama hecha y con sábanas limpias. Seguro que lo agradecerás cuando llegues después de tanto tiempo durmiendo fuera de ella. Tampoco olvides dejar tu baño bien limpio y desinfectado. Son dos de las cosas que vas a coger con más ganas a la vuelta.
No te olvides de desenchufar los aparatos electrónicos. Y decimos desenchufar, no vale con darle al Off. Desenchufar todos los electrodomésticos que puedas te ayudará a ahorrar y a evitar accidentes si hay una subida de tensión.
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