Con este elemento se busca reducir el número de víctimas en carretera al esperar un aumento de la prudencia de los conductores al volante. Pero, ¿para qué sirve este dispositivo?
Este se ubicará bajo el asiento del conductor (irá atornillado al chasis). Su tamaño es similar al de un teléfono móvil y a través de su microchip se podrán acceder a datos claves en un siniestro como la velocidad, la frenada, las revoluciones del motor, la fuerza del impacto frontal y lateral, los movimientos de dirección, la posición del acelerador o el funcionamiento de dispositivos de seguridad tales como airbags y cinturones.
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El tema de la seguridad y de la privacidad respecto a los dispositivos electrónicos es algo que cada vez preocupa más a los usuarios.
En este caso la DGT advierte que la privacidad de los conductores y acompañantes no se verá afectada, pues no se recogen datos personales como nombres, sexo, edad o dirección. Tampoco se graba audio del ambiente ni se recopilan los trayectos realizados por ubicación.
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