Muere Ouka Leele, la fotógrafa de la movida madrileña

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Ayer fallecía en Madrid Bárbara Allende Gil de Biedma pero en nuestra memoria se ha quedado la artista, Ouka Leele.

Hace unos meses, el festival PhotoEspaña organizaba en la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes una retrospectiva sobre la fotógrafa Ouka Leele.

Una oportunidad de disfrutar de sus primeras obras durante las décadas de 1970 y 1980. Inmortalizó con su cámara La Movida.

Había obras inéditas y también, muchas de las más conocidas. La exposición se llenó cada uno de los días en los que permaneció abierta.

Ahora, Ouka leele no está, pero sus obras siguen vivas… y el espíritu de esta mujer valiente, adelantada a su tiempo, que supo captar como nadie el alma de la movida madrileña.

Ouka Leele, una artista eterna

«Yo quise ser artista desde que tuve uso de memoria. Mi padre era arquitecto, y su padre, al que no conocí, pintor y fotógrafo. Yo veía sus obras, sus cámaras, los libros de arte que había en casa… Me alucinaba uno de Ortiz Echagüe. Fue mi madre la que me habló de la existencia de la carrera de Bellas Artes. Yo no podía creer poder estudiar para aquello que me gustaba tanto, y fui abocada» , confesaba la fotógrafa en una entrevista para ABC

De familia de artistas -sobrina del poeta Gil de Biedme. Ouke Leele fue una artista autodidacta… a la que apasionaba la fotografía en blanco y negro para pintarlas posteriormente a mano con acuarela.

Creó un estilo único, colorido y capturó el espíritu de una época de eclosión, experimentación y libertad artística.

Una de las imágenes más conocidas de la fotógrafa es la portada del primer elepé del grupo asturiano Ilegales (1983), donde un señor de cierta edad con traje se apunta con una pistola a cabeza. Fotografía coloreada que rompe con todo lo anterior, que trasgrede.

Su obra fue expuesta en ciudades como París, Londres, Buenos Aires, Tokio, , Tel Aviv, Shanghái, Pekin, Roma, , Colonia, São Paulo o Nueva York, entre otras.

En 2005 le fue concedido el Premio Nacional de Fotografía.

Ayer fallecía en un hospital de Madrid, rodeada de sus seres queridos, a los sesenta y cuatro años de edad. Joven, muy joven… pero sus obras la convertirán en eterna.