Su nombre procede de la palabra koseling, que se refiere a la sensación de bienestar que sentimos al admirar el paisaje y la naturaleza pero cómo apuntábamos antes, siempre en compañía, esta es la base del Kos: solo se entiende en compañía de otros.
Porque la clave del kos es precisamente compartir esos momentos especiales con amigos, familia y gente que queremos y tomar conciencia de ello.
Pero además el kos también está muy influenciado por la naturaleza y sobre todo en recordar a diario lo importante que es para nuestro desarrollo y nuestras vidas cuidar la naturaleza, ser responsables de nuestro impacto en el medio ambiente, un cuidado que comparan al que tenemos que tener con nuestros amigos y familia, sobre los que también dejamos una huella, igual que ellos en nosotros.
El método se asocia sobre, tal y cómo recoge El confidencial con, «un sentimiento que asociamos más con los momentos de ocio, con el tiempo que pasamos en la naturaleza, por ejemplo, disfrutando del aire libre, de la belleza de los paisajes nevados al calor de una hoguera o de las jornadas de primavera, en las que tanto apetece ponerse las botas y hacer una excursión a la montaña. Una ruta nueva, una mañana disfrutando del campo, una noche en una cabaña…
Su práctica conlleva además numerosos beneficios para tu salud,reduce los niveles de estrésy los pensamientos negativos además e promover, según un estudio realizado por la Universidad de Yale, la generosidad y fomentar la creatividad y la relajación.