Tal y cómo recoge la Revista El Mueble, «Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), «la tasa de ahorro de los hogares se estima en el 3,7% de su renta disponible en el tercer trimestre, frente al 4,9% del mismo trimestre del año anterior».
Con la crisis, la capacidad de ahorro en España cayó en picado y aún hoy no nos hemos recuperado. Se calcula que la tasa de ahorro ronda el 6,5% de la renta disponible, pero podemos hacer pequeños esfuerzos en nuestro día a día para ahorrar sobre todo en lo que se refiere a suministros, agua, luz y gas. Por ejemplo cerrar el grifo mientras nos enjabonamos o enjabonamos los platos al fregarlo o apagar los aparatos electrónicos por la noche.
Otros gestos a la hora de cambiar un electrodoméstico es hacerlo por uno que tenga la etiqueta de eficiencia energética que vayan de la B o la A. Estos aunque son un poco más caros, a la larga hacen que ahorres en consumo y se verá reflejado en tus gastos fijos.
¿Sabías que…
Hay diferentes métodos de ahorro. Algunos son más eficaces que otros pero todo depende de las circunstancias y el contexto de la persona que pretende ahorrar. Entre los más conocidos se encuentran el método Kakebo, el método de los 30 días, el método del 50-30-20, el método SMART o la Regla del 72.
Si lo haces bien conseguirás ahorrar unos 700 euros al año y puedes comenzar el reto en cualquier momento. La primera semana empiezas ahorrando 50 céntimos y cada semana le añades 50 céntimos más.
Si consigues llevarlo a cabo ahorrarás unos 689 euros en total, aunque debes tener en cuenta que según pasen las semanas será más complicado ahorrar, ya que la cantidad será mayor, pero lo importante es adquirir el hábito.
Hay otros gestos que pueden ayudarte a ahorrar que tienen que ver con esos pequeños gastos diarios de los que a penas somos conscientes, el desayuno fuera de casa, comprarte algo que no necesitas realmente sólo porque es una ganga o coger un snack de la máquina del trabajo. Intenta limitarlos y lo notarás en el ahorro.
Puede ayudarte también cosas como tomar conciencia de tus gastos apuntándolos en una libreta, además puede ayudarte seleccionar y priorizar. Muchas veces es mucho más beneficioso cenar con unos amigos que ahorrarse el dinero de esa cena. Esas cosas debes sopesarlas también.