En España podemos encontrar su origen en el norte, sobretodo en Cantabria con su quesada pasiega que en un principio se hacía con leche de vaca cuajada, mantequilla, huevos y harina, y que ya aparece en algunos textos medievales. De hecho, en el Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita (Siglo XIV), ya encontramos una receta muy similar.
Si te encanta este postre sabrás que las hay de muchos tipos: con nata, leche en crema, leche evaporada, huevos, maicena, avena, azúcar, ágave, dátiles, galletas, bizcocho, mantequilla, y que pueden ir acompañada de frutas, mermeladas e incluso chocolate. Pero hoy te hablamos de su versión mini, aunque no por ello menos nutritiva y saciante. Te contamos cómo elaborarla.
Para hacer ocho unidades de esta versión mini de tarta de queso necesitas los siguientes ingredientes:
Para elaborarla, precalienta el horno a 170 grados arriba y abajo. Bate en un recipiente con batidora de varillas el queso, el yogur, el huevo, la esencia de vainilla y el edulcorante. Añade la proteina y bate un poco más, pon la mezcla en una bandeja para magdalenas previamente engrasada. Pon las frutas encima presionando ligeramente y hornea unos 25 minutos. Cuando pinches con un tenedor y salga limpio sácalas del horno y deja que se enfríen.
En cada parte del mundo hay variaciones de la receta, con distintos tipos de queso: mascarpone, feta o cottage en el caso de Italia, Grecia y Alemania respectivamente.
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